¿Sabías que en el último año, el 69% de los niños atendidos fueron por casos de abuso sexual?
Como padres, adultos responsables y miembros cívicos de nuestra comunidad, todos podemos estar positivamente de acuerdo en que la protección y la seguridad de los niños inocentes es algo que siempre debemos defender y priorizar.
Lamentablemente, hay miembros de nuestra comunidad que no comparten la misma moral que el Centro de Defensa de los Niños y las personas que nos apoyan. Por desgracia, los niños en nuestras familias, barrios y en todo el Valle del Río Grande están siendo abusados sexualmente.
¿Cuáles son los signos físicos de que un niño está siendo abusado sexualmente?
Los niños que sufren abusos sexuales están pasando por un trauma que afecta a su cuerpo físico y a su estado mental. En los casos de abuso, los signos físicos pueden pasar fácilmente desapercibidos, pero a menudo los signos emocionales son más evidentes y a menudo drásticos.
Advertencias físicas
Los signos físicos del abuso sexual pueden no ser fácilmente perceptibles. Si, por cualquier motivo, oyes a un niño hablar de estos temas o ves de algún modo un comportamiento anormal, infórmalo.
A continuación se exponen algunos signos físicos de que un niño está sufriendo abusos sexuales:
- Caminar de forma irregular o tener problemas para sentarse
- Malestar, picor o dolor en la región genital
- Ropa interior manchada, con sangre o dañada
- Laceraciones, hematomas o marcas en las zonas privadas externas
- Experimenta dolores de estómago y de cabeza con frecuencia
- Enfermedades venéreas
- Orinar constantemente
- Infecciones vaginales
- Embarazo
Signos conductuales y emocionales
Cuando un niño está siendo víctima de abusos sexuales, pueden producirse cambios en su comportamiento y temperamento, y estas advertencias suelen ser más fáciles de distinguir. Algunos signos conductuales y emocionales de que un niño puede ser víctima de abusos sexuales son los siguientes:
- Pérdida de interés por las aficiones y los acontecimientos sociales
- Depresión severa y recurrente
- Conocimiento prematuro del sexo
- Jerga sexual inapropiada
- Acariciar o sentirse incómodo con el abrazo físico
- Sentirse amenazado al estar cerca
- Actuar de forma promiscua
- Salir de casa sin permiso
- El niño se siente responsable o angustiado por sus hermanos
- Disminución de la autoestima y la confianza en sí mismo
- Desinterés repentino y distanciamiento de los amigos
- Aumento o pérdida evidente de peso
- Pensamientos suicidas
- Dificultad para controlar las emociones
- Problemas en la escuela o con el aprendizaje
- Crueldad con los animales inexplicable e inexplicada
- Hablar excesivamente de temas sexuales o conocerlos
- Ser reservado y hablar menos de lo normal
- Temer repentinamente estar a solas con una persona concreta o tener miedo de separarse de sus cuidadores
- Volver a tener comportamientos de etapas anteriores de la vida, como mojar la cama o chuparse el dedo
- Ser excesivamente obediente y dócil
- Actuar con comportamientos sexuales impropios de su edad
- Aislamiento
- Duda a la hora de cambiarse, quitarse la ropa o bañarse
- Desarrollar hábitos alimentarios diferentes
- Cambios de personalidad, especialmente si se vuelve más agresivo
- Dismorfia corporal
- Aumento aparente de la ansiedad y la preocupación
- Aumento de las pesadillas o miedo a quedarse solo a la hora de dormir
- Autolesiones, como cortarse o quemarse
El Centro de Defensa de los Niños de los Condados de Hidalgo y Starr ha estado abogando por la seguridad de los niños junto con el apoyo de la comunidad. Si sospechas que un niño que conoces es víctima de un abuso sexual, denuncia este abuso infantil alertando a las autoridades o a los Servicios de Protección Infantil al 1-800-252-5400.
El Centro de Defensa de la Infancia aspira a mantener la seguridad de los niños
La misión del Centro de Defensa de los Niños de los Condados de Hidalgo y Starr ha sido proteger a los niños residentes en nuestra comunidad desde el 2001. Imploramos a la comunidad que se eduque con las señales y advertencias de abuso infantil que hemos proporcionado. Juntos, podemos mantener a los niños a salvo.