Examen SANE

Paso 2: Realizar un examen SANE

Debido al indescriptible trauma que sufren los niños que fueron víctimas de abusos sexuales, es preciso reunir pruebas para llevar a sus agresores ante la justicia. Mientras que las secuelas de tales eventos pueden ser incómodas y difíciles de superar, hay esperanza a través del Centro de Defensa de los Niños de los Condados de Hidalgo y Starr (CACHSC por sus siglas en inglés, Children’s Advocacy Center of Hidalgo and Starr Counties).

Si un niño ha sufrido abuso sexual, una enfermera titulada, denominada específicamente como una “Enfermera Examinadora de Agresiones Sexuales Pediátricas” (SANE, por sus siglas en inglés), le guía con delicadeza a través de un examen seguro y prácticamente indoloro que documenta los resultados físicos, emocionales y conductuales del abuso sexual infantil y recopila cualquier evidencia que aún pueda existir sobre ellos.

La compasión y la curación son nuestros enfoques en estos momentos difíciles

En resumen, una evaluación médica SANE evalúa y trata los síntomas del abuso sexual. Todos los exámenes se realizan de forma minuciosa y cuidadosa en un entorno amigable para los niños a través de un examen físico no invasivo e indoloro.

Este examen:

  1. Diagnostica cualquier condición médica (por ejemplo, infecciones/enfermedades de transmisión sexual) que se deriven del abuso sexual.
  2. Asegura que la salud física y mental de la víctima infantil estén intactas.
  3. Ayuda al examinador a recolectar evidencia de la ropa o el cuerpo del niño (si se denuncia poco después del abuso).
  4. Documenta cualquier evidencia encontrada.
  5. Asegura al niño que no hay nada malo con su cuerpo.

Un examen médico se lleva a cabo en nuestro centro dentro del Departamento Médico/Terapéutico y tarda aproximadamente 2 horas en completarse. A continuación, se recopila un historial médico completo de uno de los padres o tutores, por lo que le rogamos que se facilite el nombre del proveedor de atención primaria del niño para que podamos coordinar la atención en consecuencia.

Todos los hallazgos del examen se fotografían con el uso de una cámara DSLR o un instrumento especial conocido como colposcopio. Las imágenes son beneficiosas para interpretar los hallazgos con mayor detalle y permiten que nuestro examinador revise la evidencia sin que el niño tenga que pasar por otro examen.

Además del examen físico, se pueden solicitar radiografías o pruebas de laboratorio para ayudar en la evaluación, y también se pueden programar remisiones a proveedores médicos especializados y terapia de salud conductual para ayudar al niño en su proceso de curación.