A petición de la policía y/o de los Servicios de Protección Infantil, una enfermera examinadora de agresión sexual, también conocida como SANE por sus siglas en inglés (sexual assault nurse examiner), ayuda al Centro de Defensa de Niños de los Condados de Hidalgo y Starr (CACHSC por sus siglas en inglés) proporcionando una evaluación médica para una víctima de abuso infantil. Este examen de agresión sexual es importante porque observa el bienestar físico y mental del niño después de la sospecha de abuso sexual.

Hoy profundizaremos en lo que implica el programa SANE, el propósito del examen y las preguntas más frecuentes.

El propósito de un examen SANE

Si tu hijo ha sido víctima de abuso sexual, un examen SANE es un paso crítico para asegurar que el niño esté mental y físicamente sano.

Una enfermera con capacitación avanzada en exámenes de agresión sexual realizará un examen médico con tu hijo para:

  1. Ayudar a evaluar si tu hijo tiene lesiones que necesiten tratamiento.
  2. Responder cualquier duda que tú y tu hijo tengan.
  3. Asegurar que el cuerpo de tu hijo esté sano y que su cuerpo es normal.
  4. Evaluar a tu hijo para detectar enfermedades de transmisión sexual.
  5. Reunir pruebas de ADN como parte del proceso de investigación.

¿Qué puedes esperar en un examen SANE?

Un examen SANE puede parecer un proceso el cual puede lastimar a tu hijo, pero es un proceso que llevamos a cabo de una manera muy segura y delicada. En estos exámenes, la enfermera a menudo tendrá una conversación contigo y con tu hijo para que ambos se sientan más cómodos. En ese momento, la enfermera obtendrá el historial clínico de tu hijo junto a cualquier información sobre el motivo del examen.

Luego, la enfermera realizará un examen físico de pies a cabeza de tu hijo para verificar su salud. Después, la enfermera examina el área del niño que fue afectada en la agresión sexual para averiguar si tiene heridas o enfermedades que necesiten tratamiento.

Esta parte del examen se realiza con un SDFI (lente de aumento de alta potencia) que permite a la enfermera ver pequeños detalles que puedan documentarse como evidencia. Si es necesario, se recopila la evidencia y la enfermera extraerá sangre o tomará muestras de los fluidos corporales del niño para detectar infecciones.

Preguntas frecuentes sobre el examen SANE

¿Un examen SANE perjudicará a mi hijo?

No. El bienestar del niño es nuestra prioridad número uno en un examen SANE, y en la gran mayoría de los casos, el examen no le hará daño a tu hijo.

¿Un examen SANE es similar al examen pélvico de una mujer?

No. En los exámenes SANE, la enfermera sólo hará un examen visual del área privada del niño de una manera no invasiva.

¿El examen SANE molestará a mi hijo?

En la mayoría de los casos, no. Las enfermeras que realizan exámenes SANE están especialmente entrenadas en cómo realizar el examen de una manera que sea sensible al niño y reduzca cualquier molestia.

Mitos comunes sobre los exámenes SANE

Muchos miembros del personal médico y no-médico piensan que los niños que alegann abuso sexual tendrán evidencia de abuso durante el examen SANE. Sin embargo, la realidad es que una gran cantidad (más del 94%) de niños que son víctimas de abusos sexuales no tienen pruebas al examinarles. Las razones detrás de esto son:

  • Por lo general, los niños no lo dicen inmediatamente después de haber experimentado abuso porque normalmente conocen a su agresor y han sido manipulados para permitir que el abuso suceda por alguien que pensaban que conocían/amaban, o bien, en quien confiaban.
  • Fueron amenazados de que si lo decían, ellos o sus familiares resultarían heridos. Este retraso ocurre más a menudo y causa un período de tiempo donde las lesiones que pudieron haber salido, sanarían hasta el punto en el cual luego apenas se verán.
  • El tejido que rodea las partes privadas en su parte inferior y el área de la ingle no se lesiona fácilmente. Las lesiones que ocurren con frecuencia se curan a veloz ritmo y sin cicatrices residuales.
  • Muchos casos de agresión sexual a niños implican coacción e intimidación en lugar de fuerza física por parte del presunto agresor, limitando la posibilidad de que un niño sufra una lesión física que pueda ser identificada al examinarle.

Nunca es demasiado tarde para ayudar a los niños a recuperarse de su trauma. Si sospechas que un niño está siendo abusado, llama a la policía local al 9-1-1 o comunícate con la línea directa de Servicios de Protección Infantil al 1-800-252-5400. Este número es gratuito y está disponible 24/7.

Comienza el proceso de sanación hoy mismo. Apóyanos mientras continuamos nuestros esfuerzos para difundir la conciencia y construir tanto esperanza como resiliencia para todos los niños y sus familiares afectados.